dimarts, 19 de març del 2013

OSCAR BROWN JR. – UNA VIDA DE POESÍA, JAZZ, CONCIENCIA Y ESTILO

Donem sortida al article que Genís Worksong ha publicat al portal de referència modernista Real Mod World, per a fotos i videos consultar-lo en aquella web

OSCAR BROWN JR. – UNA VIDA DE POESÍA, JAZZ, CONCIENCIA Y ESTILO

Oscar Brown Jr. (Chicago, 10 de octubre de 1926 – Chicago, 29 de mayo de 2005) fue durante la década de los años 60 una de las figuras más inteligentes y divertidas del Jazz vocal en EEUU. En un contexto dominado por las formaciones instrumentales, se erigió en uno de los grandes cantantes además de excelente compositor pero, sobre todo, uno de los más importantes letristas del Jazz Moderno.
Hijo de Oscar Brown, hombre dedicado a la defensa de los derechos de la comunidad afroamericana, fue educado con el objetivo de convertirse en abogado como su progenitor. Si bien heredó de su padre la inquietud social en pro de los derechos civiles, el hijo no estaba destinado a vestir la toga.

Su inclinación por el arte en general, y la música en particular, acabaría por llevarlo por los terrenos no sólo del jazz, si no de la poesía, el teatro e incluso la televisión. Este último aspecto sería uno de los más importantes de su carrera durante la década que nos ocupa. Si bien en nuestro país no ha sido un músico demasiado conocido, en EEUU se convirtió en un verdadero showman y era famoso por sus espectáculos, tanto en la pequeña pantalla como en los escenarios (de sus conciertos o del teatro). Una faceta que le convirtió en un artista muy completo y, sobretodo, con una capacidad comunicativa muy superior a la de sus contemporáneos; cualidad que supo aprovechar para acercar sus ideas a la conciencia de su público.

Oscar Brown Jr. destacó a lo largo de su carrera musical por sus letras. Pura poesía llena de belleza y crítica social, verdaderas armas contra el pensamiento único en unos tiempos difíciles y de convulsión social. En este sentido cabe destacar su aportación en 1959 (aunque se publicaría al año siguiente) al emblemático álbum “We Insist! Max Roach’s Freedom Now Suite”; un proyecto del maestro de la batería y compositor Max Roach (que congregó a un puñado de grandes del género, como Coleman Hawkins, por ejemplo), y en el que la cantante Abbie Lincoln puso su seductora voz a las letras de nuestro protagonista. Dicho álbum se ha convertido en una de las piezas clave del Jazz contestatario y militante en pro de los derechos de la comunidad afroamericana, además de ser una magnífica obra de Hard Bop.

Dicha colaboración le valió su fichaje con Columbia en 1960, sello en el que publicó varios elepés. El primero de ellos, y con el que debutó en solitario, fue el emblemático “Sin and Soul… and Then Some” en 1960. Un elepé que ya establece las principales características que definirán su obra: elegancia extrema, poesía de belleza punzante, jazz moderno, rhythm and blues… y, por supuesto, sentido del humor.

Este primer álbum le aportó una gran popularidad en todo el país y le propulsó para continuar adelante con su carrera. Oscar Brown Jr. hizo gala de la que sería una de sus habilidades más importantes, y por las que destacó especialmente por encima de todos: ponerle letra a temas instrumentales de Jazz. Dejando a un lado que supo elegir bien los temas (composiciones convertidas en verdaderos estándares del Jazz con el paso del tiempo), a menudo sus versiones cantadas terminaron por convertirse en tan relevantes como las originales.

El caso más popular y de mayor trascendencia en el mundo de la música fue sin duda el tema que abría el álbum, “The Worksong”. Composición original del cornetista de Soul Jazz Nat Adderley y registrada un par de años antes del lanzamiento del álbum, Worksong es un absoluto estándar de jazz a día de hoy. Una pieza que homenajea con su nombre las canciones de trabajo de los negros durante las largas jornadas en los campos de algodón, o en las cadenas de trabajos forzados de las cárceles sureñas, y que bebe directamente de la base musical afroamericana que dio paso al Blues. Oscar Brown Jr, añadió una dura letra que habla de un preso social condenado a trabajos forzados, atado a una “chain gang”, a pico y pala. Los arreglos la convierten en una pieza de jazz muy elegante, con esos dedos chasqueando al inicio de la canción, acompañada de la cálida sección rítmica. Podemos hacernos una idea de la repercusión de dicha versión cuando ha sido adaptada y versionada por infinidad de cantantes de estilos tan diversos como el Funk, el R&B, el Soul, el Ska o el Pop, entre otros.

Otras versiones que llegó a realizar a lo largo de su carrera, añadiendo su particular toque y poesía, fueron el “Watermelon Man” de Herbbie Hanckok o el “All Blues” de Miles Davis por poner un par de ejemplos. En algunos casos rehizo completamente la canción, convirtiéndola en una composición prácticamente nueva. “Dat Dere”, versión del tema de Bobby Timmons, es para mí el paradigma de la elegancia de su Jazz vocal, una pieza maestra arropada por la escena mod que nos muestra nuevamente las mejores señas de identidad de Oscar Brown Jr. Sus inflexiones de voz, sus cambios de registro y ese ritmo suave pero profundo que te arrastra a lo más profundo del sentimiento no dejan indiferente.

Durante el período que grabó para Columbia publicó los álbumes “Between Heaven and Hell” en 1962, “Tell It Like It Is” el mismo año y en 1963 “In a New Mood” (éstos dos últimos distribuidos actualmente en único CD). Durante este período grabó notables piezas como “Mr. Kicks”, un tema a medio camino entre el Jazz y el Rhythm and Soul que además lleva el nombre de un musical que escribió durante esos años.

También escribió temas tan importantes como “The Snake”, conocido en la escena Soul gracias a la versión que Al Willson hizo de la misma y que acabó por convertirse en un clásico del Northern Soul. En cualquier caso, estas son sólo algunas de sus canciones más memorables por diversas razones, pero hay que resaltar que los álbumes al completo son fabulosos.

Tras la publicación de dichos álbumes, Columbia no renovó el contrato a Brown Jr. tras varias reestructuraciones internas y por el hecho de no saber dónde encasillar su estilo dentro de las líneas editoriales de la compañía. De ese modo, Brown tuvo carta blanca para iniciar otro período creativo.
En 1965 vuelve a publicar un nuevo álbum, bajo el sello Fontana, titulado “Mr. Oscar Brown, Jr. Goes to Washington” que contiene un directo de nuestro protagonista en el club nocturno Cellar Door de Washington D.C. El álbum nos sirve como un excelente documento para comprobar cómo Brown Jr. era capaz de meterse en el bolsillo al público. Un disco que huele a humo en la oscuridad del club y suena elegante (con una instrumentación mínima a base de contrabajo, batería, piano y guitarra) y a crítica al sistema en un precioso ejercicio de jazz vocal. Como curiosidad, decir que la guitarra corre a cargo de Phil Upchurch (conocido en la escena mod sobretodo por su gran tema “You Can’t Sit Down”). En definitiva, un disco que no debería faltar en la discoteca de cualquier aficionado a la música negra.

Oscar vai para o Brasil
Durante la segunda mitad de la década de los 60 y la primera de los años 70, Oscar Brown Jr. se acercó a la música brasileña en diversas colaboraciones con músicos del país tropical. Una inmersión en los sonidos de la Bossa Nova y la Samba brasilera, que se convirtió en una constante entre muchos músicos de jazz afroamericanos en este período, y que muestra la popularidad que estos sonidos tuvieron en los entornos del Jazz y su conexión con la faceta más reivindicativa que vivía Brasil por aquellos días. Un tema que, desde luego, bien merecería ser abordado en exclusiva en el futuro.
En 1966 publica con Fontana un disco a medias con el músico brasilero Luiz Henrique, titulado “Finding a New Friend”. En el álbum se encuentran auténticas perlas de jazzy Bossa Nova como “Barra Limpa”, una pieza muy cool con la guitarra acústica de Henriquez.

Le seguirán otros trabajos, en especial su colaboración con el prestigioso acordeonista y cantante brasilero Sivuca. Su colaboración les llevó a realizar a ambos, junto con la esposa de nuestro protagonista, Jean Peace, el espectáculo musical “Joy” en 1966 y 1969. Un musical que finalmente en 1970 se plasmó en un LP bajo el mismo título.

Una voz imposible de callar
Oscar Brown Jr. destacó también de forma activa y en voz alta por su mensaje contrario a las desigualdades sociales en general y, muy especialmente, la que padecía en aquellos momentos la comunidad afroamericana.
Sus poemas a menudo versaban sobre los problemas sociales que acontecían al elemento negro en EEUU como, por ejemplo, en la ya mencionada Worksong. Pero también cantó sobre problemas que escapan a la cuestión racial, e incluso son vigentes en nuestra sociedad actualmente, como en el caso del tema “Sixteen Tons”. En dicha canción, Brown habla de los préstamos que acaban endeudando a los currantes hasta terminar dándole su alma al banco.

Son muchos quienes piensan que Oscar Brown Jr. habría podido ser una figura mucho más grande en EEUU si se hubiera guardado sus pensamientos más contestatarios. Sin duda, habría podido llegar más lejos en el mundo del espectáculo —cualidades las tenía todas— pero eso habría requerido por su parte no defender públicamente todo aquello en lo que creía, ni denunciar las injusticias que eran evidentes a los ojos de todo el mundo.

Como diría Gil Scott Heron “la revolución no será nunca televisada” y es que el mundo de los mass media es un negocio atado, y muy bien atado, en manos de intereses económicos, políticos, etc. Oscar Brown Jr. era muy consciente (a la vez que quienes dirigen el cotarro) que la cultura es poder y que promover el pensamiento crítico entre la gente es una arma muy poderosa para hacerles cada vez más libres. Por ello, a pesar de haber podido ser mucho más grande en este negocio prefirió mantenerse fiel a sus principios y llegar donde fuera. Pero supo, a la vez, moverse en este mundo y aportar su grano de arena con un medio tan poderoso como la TV para propagar ese pensamiento crítico. Es por ello que siempre tendrá nuestro más grande respeto.

¿Precursor de precursores?
Se ha comentado en reiteradas ocasiones que Oscar Brown Jr. influenció en los 60 a músicos que darían paso a los primeros temas precursores del rap; algo que bien pudiera ser cierto en nuestra opinión.

Su particular forma de “frasear” sus poemas sobre composiciones propias de Jazz, de un modo a medio camino entre el canto y el recital, pudo haber contribuido a crear el rap. En temas como “Fourty Acres and a Mule”, que aparece en el álbum-directo “Mr. Oscar Brown, Jr. Goes to Washington” se puede oír el ritmo trepidante de baja intensidad del contrabajo y la batería, mientras Brown hace lo suyo poniendo a caldo las instituciones norteamericanas reclamando los cuarenta acres de tierra y la mula que EEUU prometió a los esclavos durante la Guerra de Secesión para que luchasen junto a la Unión (y que nunca recibieron tras quedarse en una libertad entrecomillada). En la canción se puede escuchar cómo, en vivo y directo, modula la voz de forma que en ocasiones parezca el solo de un instrumento de viento, mientras no deja de recitar sus frases, y en otras se convierte en fragmentos breves muy rítmicos. Todo ello manteniendo siempre presente el ritmo duro y marcado por su mordaz voz.

Un testimonio sonoro de las habilidades que poseía nuestro protagonista y que, en nuestra opinión, debió causar impresión en los músicos a los que oficialmente se les ha venido llamando “precursores” del rap. En cualquier caso, escucharlo es una delicia y os recomendamos a todos que subáis el volumen, cerréis los ojos, y os imaginéis estar en medio del público durante esa fascinante pieza que es “Fourty Acres and a Mule”, entre humo y bello escarpado.

Existe disponible en youtube, la aparición de Brown Jr. en el cuarto episodio del programa estadounidense Def Poetry Season en 2003, siendo ya un adorable abuelo de 77 años. El programa (del canal HBO), presentado por el actor y cantante de hip-hop Mos Def, estaba enfocado a divulgar la poesía entre el público joven. En él los concursantes recitan sus poemas al público a la espera de su inmediato aplauso. Es emocionante ver cómo presentan a Oscar Brown Jr. como al maestro y pone la piel de gallina escucharle recitar un poema propio cargando contra las desigualdades raciales y sociales: “I Apologize”. Podemos hacernos una idea del arraigo que ha llegado a tener este artista entre la comunidad afroamericano, al ver cómo la juventud (el público del show es mayoritariamente negro) le dedican una sentida ovación y sincero aplauso, en una reacción que supera en sentimiento y energía a cualquier otra que pudieran haber dedicado a otros concursantes del mismo episodio. Sinceramente, creo que el documento es impagable, no sólo por ver la reacción del público sino porque de verdad considero que la actuación de Brown es gigante en comparación con cualquier otro concursante: en sentimiento, en contenido, en interpretación y en técnica vocal.

Retiro y regreso
Sus últimos trabajos, antes de desaparecer del negocio de la música, fueron publicados por Atlantic. Una trilogía iniciada con el notable “Movin’ On” en 1972, en el que aborda el género del Soul con temas nuevos e, incluso, repasando algunos viejos temas propios.

Le siguió el álbum “Fresh” (1973), en el que se adentró en el Soul más funky, y donde destacaría el “Ghetto Scene” y en el que vuelve a colaborar en la guitarra Phil Upchurch.

En 1974 se publicó su último LP en Atlantic: “Brother, Where Are You?”, que tiene por título el nombre de un tema propio que ya aparece en el álbum-directo de 1964 y que cuenta otra vez con la colaboración del brasilero Sivuca. La versión más Soul y con unos arreglos llenos de fuerza del tema que bautiza el álbum es simplemente maravillosa.

Tras este último trayecto por la industria musical, nuestro hombre, Oscar Brown Jr., se retiró. A diferencia de otros artistas que son desplazados por la industria, Oscar Brown Jr. se alejó él mismo y dedicó los siguientes 20 años a otras actividades artísticas y sociales.

No fue hasta 1995 que regresó con un nuevo álbum titulado “Then and Now”, donde repasó viejos temas y grabó algunos nuevos. Un disco donde se demuestra que la edad no ha causado estragos en su voz, que se mantiene enérgica y llena de sentimiento.

En 1998 se publica su último trabajo, un disco grabado en Alemania titulado “Live Every Minute”, en el que colaboran músicos de la talla de Stanley Turrentine. Un trabajo en el que recupera algunos de sus clásicos y los acompaña de bombazos de Jazz Moderno del que ya casi no se hace, como el “Long As You’re Living” con el que se abre el disco.

Oscar Brown regresó para decir “eh, aquí estoy yo y no os vais a deshacer de mi fácilmente”. Y nosotros que se lo agradecemos, pues éste fue definitivamente su último disco grabado antes que nos abandonara para siempre en 2005.

Oscar Brown Jr. fue uno de esos pocos artistas que sin buscar la gloria estuvieron muy cerca de ella, y por querer ser fiel a su conciencia no llegó más allá. Sin embargo, en EEUU es una figura muy reconocida a pesar que en nuestro país sigue siendo un desconocido. Dentro de la escena mod hay cantidad de canciones de nuestro hombre que han sonado y seguirán sonando, auténticas perlas a medio camino del Jazz, el Soul y el Rhythm and Blues salpicadas de la mordaz lengua de un poeta que puso de su parte para hacer de este mundo un lugar mejor.

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