Donem sortida al article que Genís Worksong ha publicat al portal de referència modernista Real Mod World, per a fotos i videos consultar-lo en aquella web
OSCAR BROWN JR. – UNA VIDA DE POESÍA, JAZZ, CONCIENCIA Y ESTILO
Oscar Brown Jr. (Chicago, 10 de octubre de 1926 – Chicago, 29 de mayo
de 2005) fue durante la década de los años 60 una de las figuras más
inteligentes y divertidas del Jazz vocal en EEUU. En un contexto
dominado por las formaciones instrumentales, se erigió en uno de los
grandes cantantes además de excelente compositor pero, sobre todo, uno
de los más importantes letristas del Jazz Moderno.
Hijo de Oscar Brown, hombre dedicado a la defensa de los derechos de
la comunidad afroamericana, fue educado con el objetivo de convertirse
en abogado como su progenitor. Si bien heredó de su padre la inquietud
social en pro de los derechos civiles, el hijo no estaba destinado a
vestir la toga.
Su inclinación por el arte en general, y la música en particular,
acabaría por llevarlo por los terrenos no sólo del jazz, si no de la
poesía, el teatro e incluso la televisión. Este último aspecto sería uno
de los más importantes de su carrera durante la década que nos ocupa.
Si bien en nuestro país no ha sido un músico demasiado conocido, en EEUU
se convirtió en un verdadero showman y era famoso por sus espectáculos,
tanto en la pequeña pantalla como en los escenarios (de sus conciertos o
del teatro). Una faceta que le convirtió en un artista muy completo y,
sobretodo, con una capacidad comunicativa muy superior a la de sus
contemporáneos; cualidad que supo aprovechar para acercar sus ideas a la
conciencia de su público.
Oscar Brown Jr. destacó a lo largo de su carrera musical por sus letras.
Pura poesía llena de belleza y crítica social, verdaderas armas contra
el pensamiento único en unos tiempos difíciles y de convulsión social.
En este sentido cabe destacar su aportación en 1959 (aunque se
publicaría al año siguiente) al emblemático álbum “We Insist! Max
Roach’s Freedom Now Suite”; un proyecto del maestro de la batería y
compositor Max Roach (que congregó a un puñado de grandes del género,
como Coleman Hawkins, por ejemplo), y en el que la cantante Abbie
Lincoln puso su seductora voz a las letras de nuestro protagonista.
Dicho álbum se ha convertido en una de las piezas clave del Jazz
contestatario y militante en pro de los derechos de la comunidad
afroamericana, además de ser una magnífica obra de Hard Bop.
Dicha colaboración le valió su fichaje con Columbia en 1960, sello en el
que publicó varios elepés. El primero de ellos, y con el que debutó en
solitario, fue el emblemático “Sin and Soul… and Then Some” en 1960. Un
elepé que ya establece las principales características que definirán su
obra: elegancia extrema, poesía de belleza punzante, jazz moderno,
rhythm and blues… y, por supuesto, sentido del humor.
Este primer álbum le aportó una gran popularidad en todo el país y le
propulsó para continuar adelante con su carrera. Oscar Brown Jr. hizo
gala de la que sería una de sus habilidades más importantes, y por las
que destacó especialmente por encima de todos: ponerle letra a temas
instrumentales de Jazz. Dejando a un lado que supo elegir bien los temas
(composiciones convertidas en verdaderos estándares del Jazz con el
paso del tiempo), a menudo sus versiones cantadas terminaron por
convertirse en tan relevantes como las originales.
El caso más popular y de mayor trascendencia en el mundo de la música
fue sin duda el tema que abría el álbum, “The Worksong”. Composición
original del cornetista de Soul Jazz Nat Adderley y registrada un par de
años antes del lanzamiento del álbum, Worksong es un absoluto estándar
de jazz a día de hoy. Una pieza que homenajea con su nombre las
canciones de trabajo de los negros durante las largas jornadas en los
campos de algodón, o en las cadenas de trabajos forzados de las cárceles
sureñas, y que bebe directamente de la base musical afroamericana que
dio paso al Blues. Oscar Brown Jr, añadió una dura letra que habla de un
preso social condenado a trabajos forzados, atado a una “chain gang”, a
pico y pala. Los arreglos la convierten en una pieza de jazz muy
elegante, con esos dedos chasqueando al inicio de la canción, acompañada
de la cálida sección rítmica. Podemos hacernos una idea de la
repercusión de dicha versión cuando ha sido adaptada y versionada por
infinidad de cantantes de estilos tan diversos como el Funk, el R&B,
el Soul, el Ska o el Pop, entre otros.
Otras versiones que llegó a realizar a lo largo de su carrera, añadiendo
su particular toque y poesía, fueron el “Watermelon Man” de Herbbie
Hanckok o el “All Blues” de Miles Davis por poner un par de ejemplos. En
algunos casos rehizo completamente la canción, convirtiéndola en una
composición prácticamente nueva. “Dat Dere”, versión del tema de Bobby
Timmons, es para mí el paradigma de la elegancia de su Jazz vocal, una
pieza maestra arropada por la escena mod que nos muestra nuevamente las
mejores señas de identidad de Oscar Brown Jr. Sus inflexiones de voz,
sus cambios de registro y ese ritmo suave pero profundo que te arrastra a
lo más profundo del sentimiento no dejan indiferente.
Durante el período que grabó para Columbia publicó los álbumes “Between
Heaven and Hell” en 1962, “Tell It Like It Is” el mismo año y en 1963
“In a New Mood” (éstos dos últimos distribuidos actualmente en único
CD). Durante este período grabó notables piezas como “Mr. Kicks”, un
tema a medio camino entre el Jazz y el Rhythm and Soul que además lleva
el nombre de un musical que escribió durante esos años.
También escribió temas tan importantes como “The Snake”, conocido en
la escena Soul gracias a la versión que Al Willson hizo de la misma y
que acabó por convertirse en un clásico del Northern Soul. En cualquier
caso, estas son sólo algunas de sus canciones más memorables por
diversas razones, pero hay que resaltar que los álbumes al completo son
fabulosos.
Tras la publicación de dichos álbumes, Columbia no renovó el contrato
a Brown Jr. tras varias reestructuraciones internas y por el hecho de
no saber dónde encasillar su estilo dentro de las líneas editoriales de
la compañía. De ese modo, Brown tuvo carta blanca para iniciar otro
período creativo.
En 1965 vuelve a publicar un nuevo álbum, bajo el sello Fontana,
titulado “Mr. Oscar Brown, Jr. Goes to Washington” que contiene un
directo de nuestro protagonista en el club nocturno Cellar Door de
Washington D.C. El álbum nos sirve como un excelente documento para
comprobar cómo Brown Jr. era capaz de meterse en el bolsillo al público.
Un disco que huele a humo en la oscuridad del club y suena elegante
(con una instrumentación mínima a base de contrabajo, batería, piano y
guitarra) y a crítica al sistema en un precioso ejercicio de jazz vocal.
Como curiosidad, decir que la guitarra corre a cargo de Phil Upchurch
(conocido en la escena mod sobretodo por su gran tema “You Can’t Sit
Down”). En definitiva, un disco que no debería faltar en la discoteca de
cualquier aficionado a la música negra.
Oscar vai para o Brasil
Durante la segunda mitad de la década de los 60 y la primera de los
años 70, Oscar Brown Jr. se acercó a la música brasileña en diversas
colaboraciones con músicos del país tropical. Una inmersión en los
sonidos de la Bossa Nova y la Samba brasilera, que se convirtió en una
constante entre muchos músicos de jazz afroamericanos en este período, y
que muestra la popularidad que estos sonidos tuvieron en los entornos
del Jazz y su conexión con la faceta más reivindicativa que vivía Brasil
por aquellos días. Un tema que, desde luego, bien merecería ser
abordado en exclusiva en el futuro.
En 1966 publica con Fontana un disco a medias con el músico brasilero
Luiz Henrique, titulado “Finding a New Friend”. En el álbum se
encuentran auténticas perlas de jazzy Bossa Nova como “Barra Limpa”, una
pieza muy cool con la guitarra acústica de Henriquez.
Le seguirán otros trabajos, en especial su colaboración con el
prestigioso acordeonista y cantante brasilero Sivuca. Su colaboración
les llevó a realizar a ambos, junto con la esposa de nuestro
protagonista, Jean Peace, el espectáculo musical “Joy” en 1966 y 1969.
Un musical que finalmente en 1970 se plasmó en un LP bajo el mismo
título.
Una voz imposible de callar
Oscar Brown Jr. destacó también de forma activa y en voz alta por su
mensaje contrario a las desigualdades sociales en general y, muy
especialmente, la que padecía en aquellos momentos la comunidad
afroamericana.
Sus poemas a menudo versaban sobre los problemas sociales que
acontecían al elemento negro en EEUU como, por ejemplo, en la ya
mencionada Worksong. Pero también cantó sobre problemas que escapan a la
cuestión racial, e incluso son vigentes en nuestra sociedad
actualmente, como en el caso del tema “Sixteen Tons”. En dicha canción,
Brown habla de los préstamos que acaban endeudando a los currantes hasta
terminar dándole su alma al banco.
Son muchos quienes piensan que Oscar Brown Jr. habría podido ser una
figura mucho más grande en EEUU si se hubiera guardado sus pensamientos
más contestatarios. Sin duda, habría podido llegar más lejos en el
mundo del espectáculo —cualidades las tenía todas— pero eso habría
requerido por su parte no defender públicamente todo aquello en lo que
creía, ni denunciar las injusticias que eran evidentes a los ojos de
todo el mundo.
Como diría Gil Scott Heron “la revolución no será nunca televisada” y
es que el mundo de los mass media es un negocio atado, y muy bien
atado, en manos de intereses económicos, políticos, etc. Oscar Brown Jr.
era muy consciente (a la vez que quienes dirigen el cotarro) que la
cultura es poder y que promover el pensamiento crítico entre la gente es
una arma muy poderosa para hacerles cada vez más libres. Por ello, a
pesar de haber podido ser mucho más grande en este negocio prefirió
mantenerse fiel a sus principios y llegar donde fuera. Pero supo, a la
vez, moverse en este mundo y aportar su grano de arena con un medio tan
poderoso como la TV para propagar ese pensamiento crítico. Es por ello
que siempre tendrá nuestro más grande respeto.
¿Precursor de precursores?
Se ha comentado en reiteradas ocasiones que Oscar Brown Jr.
influenció en los 60 a músicos que darían paso a los primeros temas
precursores del rap; algo que bien pudiera ser cierto en nuestra
opinión.
Su particular forma de “frasear” sus poemas sobre composiciones
propias de Jazz, de un modo a medio camino entre el canto y el recital,
pudo haber contribuido a crear el rap. En temas como “Fourty Acres and a
Mule”, que aparece en el álbum-directo “Mr. Oscar Brown, Jr. Goes to
Washington” se puede oír el ritmo trepidante de baja intensidad del
contrabajo y la batería, mientras Brown hace lo suyo poniendo a caldo
las instituciones norteamericanas reclamando los cuarenta acres de
tierra y la mula que EEUU prometió a los esclavos durante la Guerra de
Secesión para que luchasen junto a la Unión (y que nunca recibieron tras
quedarse en una libertad entrecomillada). En la canción se puede
escuchar cómo, en vivo y directo, modula la voz de forma que en
ocasiones parezca el solo de un instrumento de viento, mientras no deja
de recitar sus frases, y en otras se convierte en fragmentos breves muy
rítmicos. Todo ello manteniendo siempre presente el ritmo duro y marcado
por su mordaz voz.
Un testimonio sonoro de las habilidades que poseía nuestro
protagonista y que, en nuestra opinión, debió causar impresión en los
músicos a los que oficialmente se les ha venido llamando “precursores”
del rap. En cualquier caso, escucharlo es una delicia y os recomendamos a
todos que subáis el volumen, cerréis los ojos, y os imaginéis estar en
medio del público durante esa fascinante pieza que es “Fourty Acres and a
Mule”, entre humo y bello escarpado.
Existe disponible en youtube, la aparición de Brown Jr. en el cuarto
episodio del programa estadounidense Def Poetry Season en 2003, siendo
ya un adorable abuelo de 77 años. El programa (del canal HBO),
presentado por el actor y cantante de hip-hop Mos Def, estaba enfocado a
divulgar la poesía entre el público joven. En él los concursantes
recitan sus poemas al público a la espera de su inmediato aplauso. Es
emocionante ver cómo presentan a Oscar Brown Jr. como al maestro y pone
la piel de gallina escucharle recitar un poema propio cargando contra
las desigualdades raciales y sociales: “I Apologize”. Podemos hacernos
una idea del arraigo que ha llegado a tener este artista entre la
comunidad afroamericano, al ver cómo la juventud (el público del show es
mayoritariamente negro) le dedican una sentida ovación y sincero
aplauso, en una reacción que supera en sentimiento y energía a cualquier
otra que pudieran haber dedicado a otros concursantes del mismo
episodio. Sinceramente, creo que el documento es impagable, no sólo por
ver la reacción del público sino porque de verdad considero que la
actuación de Brown es gigante en comparación con cualquier otro
concursante: en sentimiento, en contenido, en interpretación y en
técnica vocal.
Retiro y regreso
Sus últimos trabajos, antes de desaparecer del negocio de la música,
fueron publicados por Atlantic. Una trilogía iniciada con el notable
“Movin’ On” en 1972, en el que aborda el género del Soul con temas
nuevos e, incluso, repasando algunos viejos temas propios.
Le siguió el álbum “Fresh” (1973), en el que se adentró en el Soul
más funky, y donde destacaría el “Ghetto Scene” y en el que vuelve a
colaborar en la guitarra Phil Upchurch.
En 1974 se publicó su último LP en Atlantic: “Brother, Where Are
You?”, que tiene por título el nombre de un tema propio que ya aparece
en el álbum-directo de 1964 y que cuenta otra vez con la colaboración
del brasilero Sivuca. La versión más Soul y con unos arreglos llenos de
fuerza del tema que bautiza el álbum es simplemente maravillosa.
Tras este último trayecto por la industria musical, nuestro hombre,
Oscar Brown Jr., se retiró. A diferencia de otros artistas que son
desplazados por la industria, Oscar Brown Jr. se alejó él mismo y dedicó
los siguientes 20 años a otras actividades artísticas y sociales.
No fue hasta 1995 que regresó con un nuevo álbum titulado “Then and
Now”, donde repasó viejos temas y grabó algunos nuevos. Un disco donde
se demuestra que la edad no ha causado estragos en su voz, que se
mantiene enérgica y llena de sentimiento.
En 1998 se publica su último trabajo, un disco grabado en Alemania
titulado “Live Every Minute”, en el que colaboran músicos de la talla de
Stanley Turrentine. Un trabajo en el que recupera algunos de sus
clásicos y los acompaña de bombazos de Jazz Moderno del que ya casi no
se hace, como el “Long As You’re Living” con el que se abre el disco.
Oscar Brown regresó para decir “eh, aquí estoy yo y no os vais a
deshacer de mi fácilmente”. Y nosotros que se lo agradecemos, pues éste
fue definitivamente su último disco grabado antes que nos abandonara
para siempre en 2005.
Oscar Brown Jr. fue uno de esos pocos artistas que sin buscar la gloria
estuvieron muy cerca de ella, y por querer ser fiel a su conciencia no
llegó más allá. Sin embargo, en EEUU es una figura muy reconocida a
pesar que en nuestro país sigue siendo un desconocido. Dentro de la
escena mod hay cantidad de canciones de nuestro hombre que han sonado y
seguirán sonando, auténticas perlas a medio camino del Jazz, el Soul y
el Rhythm and Blues salpicadas de la mordaz lengua de un poeta que puso
de su parte para hacer de este mundo un lugar mejor.